Las apariencias engañan

Hace pocos días que nos llegó a casa un paquete directo de México. El envío, de mi compañero y periodista J.L.Alcaide, hace que ya tenga en mis manos una edición de VOGUE para coleccionistas (desde aquí, mil gracias) dedicada a la pintora Frida Kahlo (1907-1954). Soy fan de esta mujer, de lo que representa, de su femineidad. 

 

 

'Enigmática, intelectualmente poderosa y trascendental para la historia y el arte, pero también para la moda'. Su vestir, se abre ahora al mundo con la exposición "Las apariencias engañan" en Ciudad de México en colaboración con VOGUE a modo de tributo a 'sus labios rojos, sus pobladas cejas y su personalidad independiente y rebelde'. De cómo llegó a ser objeto de deseo pese a sus imperfecciones físicas (su pierna derecha era más corta como resultado de la polio que sufrió en la infancia y durante su juventud, un accidente la mantuvo postrada llegando a someterse hasta 32 operaciones) a base de vestidos, joyas y piezas inéditas que permanecían escondidos en baños, muebles y baúles. Faldas largas cubrían su pierna, y blusones, hacian lo propio para tapar aquellos corsés que le acompañaron toda su vida.

 

Abrir el armario de Frida Kahlo no fue posible hasta 2004. Su marido, el artista muralista Diego Rivera, lo impidió. Fue entonces cuando se descubrieron sus piezas, entre ellas, un arete, regalo de Picasso, esmalte de uñas, gafas de sol, collares, perfumes y polveras. Sus tejidos: algodones españoles y sedas francesas en las que incluso se animó a bordar.

 

Su identidad ha servido de inspiración en la moda internacional contemporánea. Homenajeaba el arte popular a través del vestido de tehuana, el traje tradicional de las mujeres del Istmo de Tehuantepec.

                             Colección primavera verano 2012-13 de Maya Hansen en Cibeles Fashion Week

Emblemáticas sus flores para adornar sus moños y que he visto incluso rememoradas por novias el día de su boda.  

 

 

Así que si tienes la suerte de viajar de aquí a un año a México, la exposición estará abierta en el Museo Frida Kahlo con una rotación de vestidos cada cinco meses. La llamada sala Vogue, exhibe piezas de ropa confeccionados por reconocidos diseñadores (Jean Paul Gaultier y Ricardo Tisci para Givenchy)  inspirados en la iconografía de la artista, reproducida a lo largo de la historia.

 

 

 

Dedicado, especialmente, este post a mi hermana Bettina.

Feliz inicio de semana!